Creemos que la formación en arte dramático tiene que basarse en fundamentos técnicos claros. Para un alumno que empieza su recorrido formativo la expresión corporal, la voz, técnicas básicas de mimo, danza o canto, deben ser la prioridad.

El adentrarse en el terreno psicológico, emocional o de búsqueda del yo demasiado pronto, puede ser contraproducente y acabar con vocaciones y carreras emergentes. Debemos saber utilizar nuestras herramientas físicas antes de usar las psicológicas. “Un actor es como un pintor que debe dominar sus pinceles y pinturas primero, más tarde las teorías del color o la perspectiva, empezar a pintar muchos bodegones, para con el tiempo encontrar su estilo y acabar siendo un genio de la pintura”

En Dinámica Teatral contamos con algo con lo que no cuentan otros centros de la región, la Sala Negra, un escenario en el que experimentar lo aprendido.

Otro de los puntos fuertes de la escuela es su profesorado, actores y directores en activo. Creemos de crucial importancia el que los estudiantes de teatro sean asiduos espectadores de espectáculos, que desarrollen una visión crítica, que adquieran referentes. Por eso, el que puedan ver el trabajo de sus propios maestros, resulta muy recomendable.

En una segunda etapa de la formación, creemos muy enriquecedor compartir escenario con profesionales, o en producciones en las que la exigencia sea mayor que en una muestra de trabajos de clase. Para eso contamos con la Sala Negra y compañías residentes en las que realizar prácticas